jueves, 17 de enero de 2008

Tostadas al estilo La naranja mecánica


Mencionar el nombre de Stanley Kubrick es lo más parecido a saborear entre los labios el sonido de un dios, aunque sea del cine. En toda su filmografía no hay una sola obra que merezca recibir el simple calificativo de mediocre. Son casi una decena de obras de arte de joyas que suponen la cima en cada uno de los géneros que trata. En el caso e La naranja mecánica el mérito del director es doble, a su habitual excelencia técnica hay que sumarle la habilidad para inventar un género nuevo, un mestizaje entre la realidad social, la ciencia ficción, el cine policiaco. En resumen, una crónica de los efectos de la ultraviolencia. Hubiera estado bien aprender las recetas del molko-bar, pero es imposible acceder a ella. No obstante, una de las primeras imágenes que aparecen en la vista cuando mencionamos el título es el salón de Alex, con sus padres compartiendo el desayuno con el hijo postizo que han buscado para sustituir la ausencia de primogénito, un verdadero delincuente juvenil. Álex sólo dice: "Papimami, ¿quién está crunchi-crunchi tostadas en el salón?".
Para hacer tostadas sólo es necesario coger una rebanada de pan, colocarla en el tostador o e una sartén con un poco de mantequilla y esperar a que el pan quede ligeramente endurecido.

jueves, 10 de enero de 2008

Tortilla de setas al estilo Airbag


Si quisiésemos ser precisos, lo primero sería reconocer que 'tortilla de setas' no es el verdadero nombre de esta receta. Su merecido título es 'tortilla rusa' debido a que se cocina para cinco personas pero solo una de ellas prueba la porción venenosa. En cualquier caso es entretenido ver a todo un as de la cocina enfundado de civil, degustando como un mortal cualquiera, una de estas tortillas mientras saborea a grandes tragos un vino del lugar. La película por otra parte no pasa de ser un experimento divertido, una broma socarrona para público joven con todos los lugares comunes que esto implica: sexo, droga y mucho descontrol. El resultado es efectivo, agradable, en ocasiones cuesta aguantar la sonrisa o no sentir lástima por el paupérrimo equipo de amigos que protagonizan la aventura. Por otra parte la participación del gran cocinero de telecinco no pasa de ser una pequeña intervención.
Para hacer la receta no hemos de complicarnos demasiado, sobre todo si obviamos lo de introducir el factor venenoso y mortal en la comida. Lo primero que hace falta es comprar unas buenas setas de temporada en el mercado, aunque la realidad es que actualmente hay setas casi todos los dís en cualquier fruteria. Después se fríen las setas con un par de ajos y un leve toque de perejil y romero. Batimos los huevos con las setas fritas y echamos un poco de sal. Si le añadimos un poco de cebolla frita el resultado es espléndido.

jueves, 27 de diciembre de 2007

Jabalí al estilo Astérix y Obélix


No habrán sido pocos los niños que han crecido con el sueño de probar la poción mágica de Panorámix. El tiempo pasa y las pociones se quedan en rayajos de color, en golpes a romanos con aires cazurros y en un lugar más o menos desordenado de la estanteria. Pero esta historia ha sobrevivido a los años y con más entusiasmo económico que talento ha terminado en el cine. De todos modos es agradable ver que el personaje algo engreido del galo bajito y su amigo bonachón siguen ocupando el tiempo libre de los más pequeños. Uno de los momentos más envidiables de estos relatos era el momento del final, con esas largas ceremonías abundantes en vino y en jabalí asado al fuego de una pequeña hogera.
Hacer ese jabalí en casa no es sencillo. Pero podemos intentarlo con un cochinillo. Lo esencial es lograr una buena salsa porque lo demás lo hará el fuego. Para la salsa que iremos rociando por encima mezclaremos tomillo, vino, ajo, perejil, sal y un vaso de aceite. Esta mezcla la batiremos para ir rociándola poco a poco sobre el cochinillo y es indispensable estar provisto de algún utensilio para recogerla en cuanto gotee. De este modo se ira empapando de grasa y sabor y otorgará un gusto magnífico a nuestra comida.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Sushi al estilo Blade Runner


Los amantes de la obra maestra de Ridley Scott están de suerte: acaba de salir al mercado una edición coleccionista con cinco DVDs que incluyen los múltiples finales que se fueron vendiendo como definitivos de la película. El último fue el recientemente estrenado Final Cut y también recientemente retirado de los cines, imagino que por la incomprensión del público. En la edición, que se presenta en forma de maltín se incuye una pequeña maqueta de los coches de policía, un fotograma protegido por una supefici de cristal, un unicornio de metal que imita al que aquel personaje misterioso hacía con papel albal, y unas cuantas láminas de bocetos creativos de la película. Todo lo necesario para disfrutar la tristeza de Deckard, ex asesino, ex, policí, ex blade runner, cumpliendo de su trabajo. Sea o no de nuestros gusto esta historia de cincia ficción, es conveniente observarla para descubrir que hubo un tiempo en el que Ridley Scott sabía dirigir películas interesantes, buenas a pesar de no ser tan comerciales y simplonas como Gladiator, o sencillamente pésimas como Ánibal.
La receta del sushi es extremadamente complicada. Es necesario cocer el arroz en ollas especiales, dejarlo airearse y separar lentamente por grupo mientras se le aplica aire con un abanico. El sabor característico lo adquiere del wasabi y el aceite de soja. No obstante, l más recomendable, para evitar encontrarse con una plasta medicinal, es acercarse a un peqeuño restuarante chino, como en el que se encuentra Harrison Ford al comienzo de la película.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Banana split al estilo Atrapado en el tiempo


Oh gran Bill Murray, qué fue de aquellos años en los que con tu rictus serio y tu mirada cansada eras el genio de la comedia. Has tenido sustitutos, John Cusack ha cogido algo de ese hastío infinito, pero que lejos queda de tu tranquilidad frente a fantasmas con aspecto de reascacielos, ante el reloj despertador que te devolvía cada mañana al mismo día. En atrapado en el tiempo no tenías rival. De acuerdo, no actuabas demasiado, pero qué falta hacía. Era cosa de apreciar como los hechos te eran casi indeferentes. He soñado tantas veces antes de un examen o de un reto en el trabajo, que me ocurra algo parecido. Pero nada. Y nada. Nadie puede recibir a una marmota que predice la duración del invierno con tanta naturalidad forzada como tú.
En esa película, la mejor de tu repertorio, te sentabas en un bar para intentar convencer a tu compañera de trabajo de que eras un dios, no el Dios, sino uno cualquiera, capaz de adivinar lo que iba a acontecer en cada momento. Mientras hablabas con ella sin prestarle demasiada atención te merendabas una banana split. La receta es sencilla, basta con una banana bien, dispuesta, aunque si son dos siempre se agredece. Sobre ella se echa helado de vainilla, de chocolate, nata líquida y sirope de chocolate. Para presentarla bien es mejor esparcir nueces troceadas por encimma y decorarla con un par de guindas.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Pollo al estilo Amelie


Es sorprendente la capacidad que tiene el cine francés para reinventarse a sí mismo cuando su industria necesita un empujón. Jean Pierre Jenet llevaba intentándolo desde varios años antes y siempre había tenido un éxito mesurado en sus creaciones. Puede que Delicatessen pasara algo más desapercibida, pero La ciudad de los niños perdidos cautivóa a gran parte de Euopa. No obstante fue necesario que se ensuciara los pantalones con el más sucio fango de las cloacas de Hollywood rodando Alien resureection (sin duda, la peor de la saga), para que el mundo entero pudiera rendirese a sus pies cuando culminó Amelie. Es una peli de amor y de felicidad, de desarrollo y de encuentro personal, narrada como un cuento viejo y mágico dónde las cosas no se someten a más leyes que las impuestas por la cámara. Amelie es una golosa, le gustan las cerezas y los creppes cocinados en máquinas de discos, pero esta receta es propia de la persona que cambia ssu vida. Al señor Bredauteuau le gusta, sobre todo, ingerir los órganos internos del pollo cuando se asa.
El pollo asado de la película parece bastante vulgar, así que será mejor que batan medio vaso de aceite, medio de vino, un par de ajos, un puñado de perejil y una pastilla de avecren y se lo recien por encima antes de meterlo al horno. Lo demás es paciencia y más paciencia. En una hora estará listo. Y no olviden dejarlo sin limpiar para después saborear los órganos bien cocinados... sencillamente están deliciosos.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Tortilla a las finas hierbas al estilo Sostiene Pereira


Pocas veces se puede decir con una absoluta certeza que hemos visto una película mediocre. Ésta es una de ellas. El personaje es entrañable, la situación de rebeldía incomparable para gestar un vedadero mito, el narrador bueno, pero la historia, en general, es sosa, previsible, redicha. Al final se termina de ver sólo porque en ningún momento se ha convertido en algo realmente pesado. Sencillamente, los minutos se fueron sucediendo, uno a uno, hasta los créditos del final. Y no hay suspiros ni lamentaciones, pero tampoco vítores. ¿Qué se puede esperar de la idealizada historia de un periodista cuando los periodistas no necesitaban carrera?
Lo cierto es que Pereira, el protagonista de la historia se pasa medio film comiendo tortilla a las finas hierbas y eso bien merece aprender la receta. Para preparar este plato es necesario batir dos huevos, picarle cebollino, perejil y estragón, añadirle un chorreón de nata y freir la tortilla. Más facil, imposible.