jueves, 22 de noviembre de 2007

Gelatina al estilo Parque Jurásico


El mundo cambió para siempre cuando los dinosaurios volvieron a caminar sobre la tierra. En el año 1995, a pesar del avance que los efectos especiales habían sufrido a lo largo de los años, nadie hubiese esperado ver aun dinosaurio completamente vivo enfrentarse a un ser humano. No había forma de percibir el cartón piedra, ni se sospechaban aquelos mamotretos robóticos de los viejos Godzilla o el Mundo Perdido. En Parje Jurásico el tiranosaurius rex se movía, fritaba y parecía un verdadero tiranosaurios rex. El hecho de que en la novela de Michael Cricthon se jugara con la genética para justificar la reaparición de estos 'bichos' en la actualidad y de que que el agilidoso Steven Spielberg no dejara al espectador respirar ni un segundo, quedaba en un segundo plano. ¿Que podía importar todo aquello? Pero lo cierto es que si bien los efectos especiales son la verdadera base, muchos detalles corresponden exclusivamente a un buen guión que no convierte la película en un derroche técnico sin sentido.
Uno de estos alardes de guión ocurre cuando la niña se asusta al ver la sombra de un dinosaurio en la pared y apreciamos su temor por la forma en la que sostiene un pedazo de gelatina. Para comer en casa ese postre sólo es necesario bajar al supermercado, comprar un sobre de gelatina, cocer un litro de agua con azúcar y vertir el contenido del sobre. Despúes dejaremos reposar la mezcla en el frigrorífico durante 24 horas y... voi-là, ya tenemos gelatina.

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