miércoles, 10 de octubre de 2007

Tomates verdes fritos


Hubiera sido injusto empezar por otra receta, ninguna película ha tratado con tanto cariño y respeto a un plato de comida, a excepción quizás de 'chocolat', 'como agua para chocolate' y 'rataouille'. Los tomates verdes fritos que con frecuencia aparecen en la película homónima son sencillos de elaborar y con un mínimo esfuerzo se puede conseguir un resultado más que apetitoso.
Es una obviedad, pero es necesario usar tomates verdes... esto significa que su piel es verde, así que si la frutera os intenta convencer de que tiene unos tomates buenísimos, con pequeñas vetas amarillentas y una testura algo dura, marchaos sin ningún respeto y acudir al supersol, por ejemplo, donde casi siempre venden.
Una vez obtenidos los tomates convenientes los cortaremos en rodajas más o menos gruesas, es decir más finas que el dedo índice pero menos que una pajita. Ahora viene un momento un poco estraño pero con confianza y una buena fe cualquiera puede hacerlo: se tiene que espolvorear sal en las rodajas y mojarlas en leche. Sí, lo sé, pensáis que Towanda nunca pudo hacer eso en la cocina de su restaurante..¡Jamás! Recordad que cocinó el cadáver de un hombre y os resultará más fácil
Por último, antes de echar a freir las rodajas de tomates hay que rebozarlas en harina para que adquieran un excelente toque crujiente.
Esto es todo. La película, por cierto, merece la pena. Es interesante, dulce, sensible. Un poco triste al principio, pero los dramas de los '90 nada tienen que ver con los dramones que ahora nos sirve Hollywood.

Buen provecho!!!

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